CARTA ENCÍCLICA
EXCOMMUNICAMUS
DE SU SANTIDAD
LEON XIV
Siervo de los Siervos de Dios,
por la Divina Providencia
a los Patriarcas, Primados, Cardenales, Arzobispos, Obispos
y otros ordinarios en Paz y comunión con la Sede Apostólica.
Excomulgamos, con dolor, pero obligados por el Divino Celo que
nos
mueve desde antes de acceder al Sumo Pontificado de la Iglesia, Una, Santa y
Católica, por la situación actual a escribir esta Carta
Encíclica, a fin de evitar que el Demonio, padre de la mentira siga
destilando su veneno entre las almas de este mundo. Aquel que no es otro que la
“antigua serpiente, el denominado diablo y Satanás, el seductor
de todo el mundo” (Apoc XII, 8-9) ha tratado de igualarse a Dios,
presentándose como “ángel de luz” (II Cor
XI,
14) y con el único objetivo de desviar a las almas de la
salvación querida por Dios (II Tim II) ha vomitado de su boca blasfemias
(Apoc XIII, 5), que son las falsas religiones y las herejías que
conducen a las almas de millones y millones a las ardientes e inextinguibles
llamas del infierno. Con firmeza Nos, hemos tenido que actuar desde nuestra
elevación al Solio Pontificio, luchando contra el Demonio y todos sus
trabajos. Por eso mismo, Nos, cumpliendo con la obligación de ser Siervo
de los Siervos de Dios, os exhortamos a salir de Babilonia (Apoc XVIII, 4)
para
volver al Cuerpo Místico de Cristo, que es su Santa Iglesia, y a la
obediencia
del Sumo Pontífice, que ya no está en la Roma Apóstata,
que se ha convertido en la Apocalíptica Figura de “Babilonia
la Gran Ramera”.
Porque hay una sola Ig=
lesia,
la cual fue fundada por Nuestro Señor Jesucristo quien además
dijo que jamás la abandonaría y que las puertas del infierno =
no
prevalecerían sobre ella (Mt XXVIII, 20), Nos, apelando a las
escrituras, a la tradición y a Nuestra Autoridad recordamos a todos
los
fieles que Fuera de Esta Única Iglesia no hay Salvación ni
remisión de los pecados [1]. Sólo por la Iglesia Católica
pueden salvarse los hombres, y quien se encuentra fuera de ella no es agradable
a los ojos de Dios, porque así está escrito en el Cantar de los
Cantares (VI, 8): “Una sola es mi paloma, una sola es mi perfecta”.
Porque creemos que es nuestro deber, como Dulce Cristo en la TIerra, como Doctor
Universal e Infalible el llamar a las cosas por su nombre, a los herejes,
herejes, a los cismáticos, cismáticos, a los judíos
“pérfidos” y “pueblo deicida”, puesto que
así siempre a orado por ellos la Santa Iglesia
Católica.
Sobre la herejía
sintéticamente, decimos que es el peor de todos los pecados. Incurre en
tal infame pecado aquel que siendo bautizado niega obstinadamente las verdades
que debe creer. Quien incurra en el pecado de herejía deja de ser
católico, quedando excomulgado y sólo puede absolverlo la Autoridad Pontificia
correspondiente previa abjuración tal como Nos señalamos en este
documento.
Por consiguiente declaramos
para perpetua memoria que aquellos que dicen que, ora la Iglesia que fundó;
Jesucristo se ha extinguido, ora que la Iglesia que Fundó Jesucrito no es la Iglesia Católica,
ora que Jesucristo no fundó ninguna Iglesia, sino que nació,
vivió y murió siendo judío caen en el horrible pecado
de
herejía, el cual es un insulto a la Divina Majestad, y
por lo tanto se condenan a sí mismos a los eternos suplicios del
Infierno. Quien hubiera caído en esta falta gravísima y luego
se
diera cuenta de su pecado y decidiera volver al seno de la Iglesia, madre y maestra,
deberá solicitar a un sacerdote el que le ayude a regularizar su
situación y ser re-admitido en la Iglesia. El Sacerdote se lo comunicará; a
su superior y este sin falta al Sumo Pontífice, a Nos o a nuestros
sucesores, toda vez que este decreto y esta forma la instituímos a
perpetuidad para mayor garantía de la salvación y para mayor
Gloria de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Una vez que el Sumo
Pontífice supiera del caso, llamará al arrepentido para que
compadezca ante él, en la Sede Apostólica o en el lugar que el
Vicario de Cristo determinara, y allí, ante por lo menos dos testigos
deberá confesar que ha caído en herejía, no siendo
necesario que explicite en cual de todas ni ninguna otra cosa, empero
deberá decir que se encuentra arrepentido de todo corazón por
haber ofendido a Dios. Acto seguido, el Pontífice despedirá a
los
testigos y confesará en privado al arrepentido, tras la
confesión, este dirá “Revoco. Yo me arrepiento”. Y
será, tras la absolución readmitido en la Iglesia, no sin antes
realizar la profesión de fe católica que el Papa le indicase.
Este es el ritual para
los
herejes que vuelven a la
Santa Iglesia.
Continuando con el objetivo
de esta encíclica, declaramos que en estos tiempos podemos oír
todo tipo de aberraciones que insultan y menosprecian a la Iglesia Católica:
los dicterios son los mismos que pronunciaron aquellos primeros
cismáticos y heréticos, los mismos que utilizaron como estandarte
los lunáticos innovadores del siglo XVI y que trataron de hacer
ortodoxia los apostatas traidores del Conciábulo Vaticano II. Un claro
ejemplo de esto, Carísimos Hijos es la enfermiza doctrina del Ecumenismo
practicada por los Antipapas del Vaticano II. Esta doctrina, errónea
y
por lo tanto proveniente de Satanás, sostiene que se puede encontrar
la
salvación en cualquier religión, que Dios ama a todos los hombres
y que todas las religiones sin iguales ante los ojos del Creador. Estos herejes
retuercen e infaman a las Sagradas escrituras cuando citan el célebre
pasaje del Profeta Oseas (VI, 6) que dice: “Porque misericordia quiero
y no sacrificio”. Es claro que aquí el Espíritu Santo,
inspirador y autor de este santo escrito (como de toda la Sagrada Escritura)
se refiere a aquellos que haciendo gala de falsa piedad realizan ostentosos
rituales, cuando en realidad lo que buscan es la gloria de los hombres y no
la
de Dios, a quien es imposible agradar fuera de la Santa Iglesia. El modernismo que se
apoderó del grueso de la
Iglesia ya fue condenado por nuestros predecesores. Nos,
aunamos las voces con ellos y por esta carta encíclica, condenamos y
anatematizamos a los herejes y cismáticos modernistas. Condenamos a
las
falsas religiones que se dicen católicas y cristianas y a todos
aquellos, siguiendo los rituales tradicionales no reconocen al Sumo
Pontífice, que somos Nosotros, Sucesor de San Pedro.
De esta manera, condenamos
no solo a la
Iglesia
Conciliar, sino también a todos aquellos que no
reconocen la autoridad del Sumo Pontífice. Por esto declaramos para
perpetua
memoria:
1. Todos los obispos que hayan sido
consagrados utilizando el Rito Antiguo y no el Nuevo Rito de la Iglesia Conciliar
fueron ordenados validamente, porque el nuevo rito respetaba la forma y la
materia, empero, si forman parte de la Iglesia Conciliar
montiniana del Vaticano II quedan fuera de la Iglesia, Una, Santa,
Católica y Apostólica por cambio de religión, perdiendo
sus poderes y jurisdicciones hasta no realizar, delante de Nos, Sumo
Pontífice, una profesión de Fe Católica. Pero quienes
estan ordenadoc on el Nuevo Rito, deben ser ordenados nuevamente.
2. Lo mismo se considera para todos
los sacerdotes.
3. Si algún sacerdote u
obispo, perteneciera a algún grupo tradicionalista y desconoce la
autoridad de la Iglesia
Montiniana, es decir, Roma, pero tampoco reconoce la
autoridad de Nos, Sumo Pontífice, cae en el pecado de excomunión
reservada a la Santa Sede
de forma inmediata.
4. Todo grupo u organización
formada por clero debidamente ordenado, empero que no reconocen la autoridad de
Nos, Sumo Pontífice, León XIV, es una secta no-católica, y
sobre ella y todos sus miembros pesará la condena de excomunión
reservada a la Santa Sede.
5. Si alguno, sea laico o religioso,
diera su nombre o conformidad a cualquier secta o grupo no-católico,
rezara con ellos, o asistiera a alguno de sus satánicos servicios, queda
excomulgado de la
Iglesia Católica por hereje y cismático.
6. Si alguno no dijere al saber
de
Nuestro Pontificado que Roma no es más la Sede de Pedro y que el
Antipapa Paulo VI fue el Anticristo anunciado por San Pablo Apóstol y
San Juan Evangelista, sea anatema y pese sobre el la excomunión
reservada a la Santa Sede.
7. Declaramos el anatema a los que
obedecen al Antipapa Romano que se dice jefe de la Iglesia Católica
Apostólica y Romana, que es Romana por estar en esa ciudad, pero que
no
es ni Iglesia, ni Católica ni Apostólica, sino Cismática,
hereje y corrupta. Todos los que sigan las enseñanzas del Vaticano I
I o
se sometan al Romano Anti-Pontífice son anatematizados. Están
dentro de esta corriente aquellos que aceptan la jurisdicción de los
Antipapas del Vaticano por medio de la Congregación para las Iglesias Orientales
y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales del Antipapa
Juan Pablo II. A saber:
a. Iglesia Católica Maronita.
b. Católica Griega Ucraniana
c. Católica Caldeana,
d. Católica Eslovaca
e. Católia Rumana
f. Catolica Griega
Melquita
g. Católica Copta
h. Católica Armenia,
i. Católica
Siriaca
j. Católica
Bizantina Bulgariana
k. Católica Ge-ez y
demás cismáticos similares que aceptan a los Antipapas del
Vaticano II.
Si alguno forma
parte
de estas sectas dando su nombre o conformidad incurre en la Ira de Dios Todopoderoso y
Eterno, por lo tanto en Nuestra Indignación y la de los Apóstoles
Pedro y Pablo. Si alguno así lo hiciera sea anatema.
Además declaramos
nuestra condena a los cismáticos y heréticos seguidores de las
falsas religiones, que no adoran a Dios ni a él elevan plegarias, si
no
que invocan el nombre de Satanás y luchan contra su Iglesia, que es Una,
Santa, Católica y Apostólica, y contra su Vicario, Nos,
León XIV.
Además declaramos
el anatema a los que dieren su nombre:
1. La Iglesia Ortodoxa
Oriental de Constantinopla.
2. La Iglesia Copta
3. La Iglesia Ortodoxa
Melquita y la
Melquita Siriaca.
4. La Iglesia Ortodoxa
de Antioquia cuya sede actual está en Damasco.
5. La Iglesia Ortodoxa
de Jerusalem
6. La Iglesia Ortodoxa
Griega, Chipriota y los que forman parte del Monasterio de Santa Catalina en el
Sinaí.
7. Anatema a los que están en comunión con los cismáticos
de
las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas, a saber:
a. la Iglesia Ortodoxa
de Albania
b. la Iglesia Búlgara
c. la Bielorrusia
d. la Chipriota
e. la Checoslovaca
f. la de Estonia
g. de Finlandia
h. la Georgiana
i. la de Macedonia
j. la Iglesia Ortodoxa
en América
k. la Polaca
l. la Rumana
m. la Serbia
n. la del Sinaí
o. la Eslava
p. la Ucraniana
q. la China y la Japonesa.
8. Anatema a los que están en comunión con la Cismática Iglesia
Ortodoxa Rusa, la
Ortodoxa Rusa de los Viejos Creyentes y la Rusa en el Exilio.
9. Sean anatematizados igualmente los Khlysty, fundados por Daniel Filppov
10. Los Doukhobors o de los “luchadores espirituales” creada por el
herético
y cismático Sabellius Kapustin
11. los Molokans de Simeón Uklein.
12. Sean anatematizados también, por heréticos y cismáticos
los pervertidos que rechazaron y rechazan el Credo de Calcedonia, así
como a su falsa “sucesión apostólica”, sean estos
nestorianos o monofisistas.
Por consiguiente declaramos que sean anatematizados los que
pertenecen a:
a. la Iglesia Asiriana
del Este, conocidos también como “Católicos del Este"
y su Antipapa bar Gaggai;
b. la Iglesia Católica
Ortodoxa del Este Caldea-Siriaca y todas sus ramificaciones por el mundo.
c. También declaramos el anatema a los monofisistas de la Iglesia Apostólica
Catolica Siriaca de Antioquia y del Este.
d. la Iglesia Ortodoxa
Siriaca Jacobita de Malankara, de Santo Tomás del Este y en Otras
tierras
e. la Iglesia
Apostólica de Armenia y todas sus ramificaciones.
13. Sean Anatema también los herejes
de la así denominada “Vieja Iglesia Católica” que
siguen la
Confesión de Utrech y que rechazaron el Santo y
Dogmático Concilio Vaticano I.
14. Sean Anatema también las Iglesias Autónomas que se dicen
católicas y que se declaran independientes del Vicario de Cristo tal
como:
a. la Iglesia Episcopal
Apostólica
b. Orden la
Reunión Corporativa
c. la Iglesia
Católica Nacional Mexicana
d. la Iglesia Católica
Nacional Puertorriqueña.
e. Igual pena corra para los miembros de la Iglesia Católica
del Rito Latino
f. la Iglesia
Católica Anglicana.
g. La Iglesia
Católica de Cristo Internacional
h. los Católicos Reformados.
i. La Iglesia
Católica Apostólica Brasileira
j. La Iglesia
Apostólica de Brasil
k. la Iglesia Católica
China
l. La “Confraternidad Hispana-Brasileña de Doctrina Cristiana, San
Pio X”, rama de la Iglesia Brasileña.
15. Sea anatema la escandaloza e infame “Iglesia Católica de los
Apóstoles de los Tiempos Posteriores” cuyo jefe es el
cismático Antipapa Gregorio XVII.
16. Sea Anatema igualmente la
Escandalizadora e infame “Iglesia Católica del
Palmar de Troya” y todos los antipapas, a saber:
a. Clemente Domínguez y Gómez (Gregorio XVII), ahora muerto.
b. Manuel Alonso Corral (Pedro II).
c. Jean-Gastón Tremblay (Gregorio XVII), sucesor del Antipapa Michel Collin
(Clemente XV).
d. David Bawden (Miguel I).
e. Victor von Pentz (Lino II).
f. Lucian Pulvermacher (Pio XIII).
g. Reinaldus Miguel Benjamins.
h. Chester Olszewski (Pedro II)
i. Pierre Henri Buboisof Brussels (Pedro II)
j. Maurice Archieri (Pedro II)
k.
Julius Tischler (Pedro II)
l. William Kamm (Pedro II).
m. Gino
Frediani (Emmanuel I)
n. Valeriano Vestini (Valeriano I).
o. Karl
Ratzinger (Benedicto XVI)
p. León XIV (de identidad desconocida)
Condenamos y anatematizamos a estos usurpadores y dementes, no
sólo falsos papas, sino falsos obispos, falsos sacerdotes y heresiarcas.
Declaramos también, con la potestad del Vicariado del Hijo
de Dios, dirigente de la Iglesia Católica Apostólica y
Remanente que todos los protestantes son herejes y por lo tanto, están
condenados al infierno, ellos son, a saber:
17. La Iglesia Luterana
en todo el mundo, los que siguen el movimiento de reforma iniciado por Zwilingo
y Calvino.
18. También condenamos a la Iglesia Presbiteriana, la Congregacionalista
y la Anglicana
. Sean
para todos ellos el fuego eterno
del infierno.
19. Condenamos a las llamas del Infierno:
20. a los cuáqueros
21. a los menonitas de Europa, la
Iglesia menonita, los Germanos en Cristo y los Evangelicos
Menonitas conocidos igualmente bajo el infame nombre de Kleinegemeinde
(pequeño compañerismo); la Iglesia Menonita
del viejo orden, los Menonitas de la
Iglesia de Dios en Cristo, y demás similares villanos
y locos emparentados con esta secta, tal como los Menonitas Amish del Viejo
Orden y demás grupos Amish.
22. Condenamos al fuego del infierno por herejes a los Hutteritas en todo el mundo.
23. Condenamos al fuego inextinguible del infierno a los miembros de las Iglesias
Bautistas Generales, así como a los Bautistas del Séptimo
Día y los Bautistas Particulares en todo el mundo.
24. Igual condena repetimos para los Pietistas.
25. Condenamos y anatematizamos a los Valdenses.
26. Condenamos y anatematizamos a los Moravos
27. Condenamos y anatematizamos a la
Iglesia de los Hermanos en todas sus facciones.
28. Condenamos y anatematizamos a los Metodistas.
29. Condenamos y anatematizamos a los protestantes escandinavos que se declaran
libres, y a todos los dementes heréticos que de ellos se desprenden.
30. Repetimos nuestra condena contra los herejes llamados “Hermanos de
Plymouth”.
31. A los “Hermanos Abiertos o Cristianos”
32. A los “Hermanos Exclusivos”
33. Las Iglesias Bíblicas independientes
34. Los Cristianos Congregados en Nombre del Señor y demás sectas
autónomas similares.
35. Declaramos herejes a los “restauracionistas” de la Iglesia Cristiana
o Discípulos de Cristo
36. A la
Congregación Cristiana
37. A la Iglesia
de Cristo No-Instrumentales en todas sus ramas.
38. Condenamos a las eternas llamas del infierno a la Iglesia Adventista,
a la Adventista
del Séptimo Día, a la Conferencia Cristiana
del Séptimo Día, a la
Asociación Unificación de Cristianos Guardianes
del Sabado
40. Condenamos y
anatematizamos y anatematizamos a la Conferencia General
de la Iglesia
de Dios en todas sus ramificaciones.
41. Condenamos a las mismas
penas a la Iglesia
de Dios Universal.
42. Condenamos a los herejes
de la Iglesia
Pentecostal de la fe Apostólica.
43. A los Pentecostales de
la Santidad,
44. A la Iglesia pentecostal que se
hace llamare “Iglesia de Dios el Evangelio Completo”.
45. A la Iglesia de Dios del Nuevo
Testamento.
46. A la Iglesia de Dios Original
47. A la Asamblea de la Montaña
48. A la
Iglesia Bautista Pentecostal del Libre albedrío, al
igual que a todos los herejes de la misma enferma doctrina.
49. Condenamos y anatematizamos a los Anglo-Israelistas
50. Condenamos y anatematizamos a los Southcottities y a
los
Boy Scouth.
51. Declaramos el anatema, condenamos como herejes y
cismáticos, irreconcialiados con Dios y eternamente perdidos no
cristianos a los testigos de Jehová.
52. Igual condena repetimos al Movimiento del Nombre Sagrado
53. A la
Iglesia de Dios Universal
54. A la
Iglesia de Dios Unida
55. A los Asociados de la Sabiduría
Escritural
56. a la
Iglesia de Dios de Filadelfia
57. así como a la Rama de los Davidianos.
58. Repetimos la condena hecha a los anteriores herejes
contra los que vulgarmente se conocen como “Mormones” sean estos:
a. Ora de la Iglesia de los Santos de
los Últimos Días
b. Ora de la Iglesia Reorganizada
de los Santos de los Últimos Días, conocida como “La Comunidad de
Cristo”
c. y otras ramificaciones como la Iglesia de Cristo o Templo
de Lot y demás herejes adoradores del diablo.
59. Condenamos a las mismas penas a los que están
en
unión con la Iglesia
de Cristo Científico” o Ciencia Cristiana y demás sectas
similares.
60. Condenamos a los que dicen pertenecer a la herejía
del “Nuevo Pensamiento”.
61. Reiteramos nuestra Santa Condena contra la Iglesia Universal
del Reino de Dios.
62. La
Iglesia Creciendo en Gracia
63. El Movimiento Alfa y Omega,
64. Y los de la herejía que dicen llamarse
“Pueblo de Dios”.
65. Condenamos igualmente a los paganos:
a. budistas,
b. confucionistas,
c. los taoístas
d. Shintoístas
e. los hindúes
f. jainistas
g. sikh,
h. mazdeístas,
i. animistas
j. nativistas
k. gnósticos
l. masones
m. satanistas
n. espiritualistas
o. teosofistas
p. los miembros de la “Nueva
Era” de todo el mundo que adoran a los falsos dioses que no son mas que
demonios.
66. No dejamos de expresar nuestra condena y santa
indignación contra los mahometanos y demás dementes terroristas,
adoradores del demonio y del falso profeta Muhammad.
67. Igual condena realizamos a todos las sectas que dieran su
nombre a las organizaciones ecumenistas como el Congreso mundial de las
religiones.
Condenamos, excomulgamos, censuramos y anatematizamos y enviamos
al fuego eterno del infierno a todos estos pérfidos. Si alguno no los
condenara, y llegara a dar su nombre a cualquiera de estas sectas
heréticas, cismáticas, paganas y satanistas sepa que incurre
en la Ira de Dios Todopoderoso, en
Nuestra Indignación y en la de los Apóstoles Pedro y Pablo,
siendo excomulgado y condenado a las llamas Eternas del Infierno.
Dado en Moreno,
Sábado 10 de junio del año 2006.
Primero de Nuestro Pontificado.
León XIV. Papa.
[1]=
Bonifacio VIII, Bula Unam Sanctam, 18
de noviembre de 1302
3 comentarios:
Finaliza usted con: "Condenamos, excomulgamos, censuramos y anatematizamos y enviamos al fuego eterno del infierno a todos estos pérfidos"
¿Como puede "enviar al fuego del infierno" a gente que aún esta viva?
¿Acaso ya no pueden arrepentirse?
y de igualdad gravedad: ¿Como puede excomulgar a personas muertas? Como lo ha hecho por ejemplo con Clemente Domingez. Si se hubieran arrepentido en el último instante, cosa que usted no puede saber, y fueron al puergatorio o al cielo ¿Usted los saca de ahi y los manda al infierno? Es un poco extraño.
O en realidad no tan extraño. Solo muestra que usted solito salio de la tradición de la Iglesia que jamás condeno a nadie al infierno. Usted solo ha caido en herejía.
¿Asi que "la herejía sintéticamente, decimos que es el peor de todos los pecados"? Pero mire usted... yo creia que era la blasfemia contra el Espíritu Santo". ¡Por lo menos lea lo que dicen las escrituras ya que de tradición no sabe nada!
¡Razón tenia Jesús, que en los últimos tiempos veríamos esta gran confusión sin igual!
Publicar un comentario