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sábado, 10 de junio de 2006

Carta Encíclica Excommunicamus - León XIV

CARTA ENCÍCLICA

EXCOMMUNICAMUS 

DE SU SANTIDAD


LEON XIV

SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS.

Siervo de los Siervos de Dios, 
por la Divina Providencia

a los Patriarcas, Primados, Cardenales, Arzobispos, Obispos
y otros ordinarios en Paz y comunión con la Sede Apostólica.






Excomulgamos, con dolor, pero obligados por el Divino Celo que nos mueve desde antes de acceder al Sumo Pontificado de la Iglesia, Una, Santa y Católica, por la situación actual a escribir esta Carta Encíclica, a fin de evitar que el Demonio, padre de la mentira siga destilando su veneno entre las almas de este mundo. Aquel que no es otro que la “antigua serpiente, el denominado diablo y Satanás, el seductor de todo el mundo” (Apoc XII, 8-9) ha tratado de igualarse a Dios, presentándose como “ángel de luz” (II Cor XI, 14) y con el único objetivo de desviar a las almas de la salvación querida por Dios (II Tim II) ha vomitado de su boca blasfemias (Apoc XIII, 5), que son las falsas religiones y las herejías que conducen a las almas de millones y millones a las ardientes e inextinguibles llamas del infierno. Con firmeza Nos, hemos tenido que actuar desde nuestra elevación al Solio Pontificio, luchando contra el Demonio y todos sus trabajos. Por eso mismo, Nos, cumpliendo con la obligación de ser Siervo de los Siervos de Dios, os exhortamos a salir de Babilonia (Apoc XVIII, 4) para volver al Cuerpo Místico de Cristo, que es su Santa Iglesia, y a la obediencia del Sumo Pontífice, que ya no está en la Roma Apóstata, que se ha convertido en la Apocalíptica Figura de “Babilonia la Gran Ramera”.

    Porque hay una sola Ig= lesia, la cual fue fundada por Nuestro Señor Jesucristo quien además dijo que jamás la abandonaría y que las puertas del infierno = no prevalecerían sobre ella (Mt XXVIII, 20), Nos, apelando a las escrituras, a la tradición y a Nuestra Autoridad recordamos a todos los fieles que Fuera de Esta Única Iglesia no hay Salvación ni remisión de los pecados [1]. Sólo por la Iglesia Católica pueden salvarse los hombres, y quien se encuentra fuera de ella no es agradable a los ojos de Dios, porque así está escrito en el Cantar de los Cantares (VI, 8): “Una sola es mi paloma, una sola es mi perfecta”. Porque creemos que es nuestro deber, como Dulce Cristo en la TIerra, como Doctor Universal e Infalible el llamar a las cosas por su nombre, a los herejes, herejes, a los cismáticos, cismáticos, a los judíos “pérfidos” y “pueblo deicida”, puesto que así siempre a orado por ellos la Santa Iglesia Católica.

    Sobre la herejía sintéticamente, decimos que es el peor de todos los pecados. Incurre en tal infame pecado aquel que siendo bautizado niega obstinadamente las verdades que debe creer. Quien incurra en el pecado de herejía deja de ser católico, quedando excomulgado y sólo puede absolverlo la Autoridad Pontificia correspondiente previa abjuración tal como Nos señalamos en este documento.

    Por consiguiente declaramos para perpetua memoria que aquellos que dicen que, ora la Iglesia que fundó; Jesucristo se ha extinguido, ora que la Iglesia que Fundó Jesucrito no es la Iglesia Católica, ora que Jesucristo no fundó ninguna Iglesia, sino que nació, vivió y murió siendo judío caen en el horrible pecado de herejía, el cual es un insulto a la Divina Majestad, y por lo tanto se condenan a sí mismos a los eternos suplicios del Infierno. Quien hubiera caído en esta falta gravísima y luego se diera cuenta de su pecado y decidiera volver al seno de la Iglesia, madre y maestra, deberá solicitar a un sacerdote el que le ayude a regularizar su situación y ser re-admitido en la Iglesia. El Sacerdote se lo comunicará; a su superior y este sin falta al Sumo Pontífice, a Nos o a nuestros sucesores, toda vez que este decreto y esta forma la instituímos a perpetuidad para mayor garantía de la salvación y para mayor Gloria de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Una vez que el Sumo Pontífice supiera del caso, llamará al arrepentido para que compadezca ante él, en la Sede Apostólica o en el lugar que el Vicario de Cristo determinara, y allí, ante por lo menos dos testigos deberá confesar que ha caído en herejía, no siendo necesario que explicite en cual de todas ni ninguna otra cosa, empero deberá decir que se encuentra arrepentido de todo corazón por haber ofendido a Dios. Acto seguido, el Pontífice despedirá a los testigos y confesará en privado al arrepentido, tras la confesión, este dirá “Revoco. Yo me arrepiento”. Y será, tras la absolución readmitido en la Iglesia, no sin antes realizar la profesión de fe católica que el Papa le indicase.

    Este es el ritual para los herejes que vuelven a la Santa Iglesia.

    Continuando con el objetivo de esta encíclica, declaramos que en estos tiempos podemos oír todo tipo de aberraciones que insultan y menosprecian a la Iglesia Católica: los dicterios son los mismos que pronunciaron aquellos primeros cismáticos y heréticos, los mismos que utilizaron como estandarte los lunáticos innovadores del siglo XVI y que trataron de hacer ortodoxia los apostatas traidores del Conciábulo Vaticano II. Un claro ejemplo de esto, Carísimos Hijos es la enfermiza doctrina del Ecumenismo practicada por los Antipapas del Vaticano II. Esta doctrina, errónea y por lo tanto proveniente de Satanás, sostiene que se puede encontrar la salvación en cualquier religión, que Dios ama a todos los hombres y que todas las religiones sin iguales ante los ojos del Creador. Estos herejes retuercen e infaman a las Sagradas escrituras cuando citan el célebre pasaje del Profeta Oseas (VI, 6) que dice: “Porque misericordia quiero y no sacrificio”. Es claro que aquí el Espíritu Santo, inspirador y autor de este santo escrito (como de toda la Sagrada Escritura) se refiere a aquellos que haciendo gala de falsa piedad realizan ostentosos rituales, cuando en realidad lo que buscan es la gloria de los hombres y no la de Dios, a quien es imposible agradar fuera de la Santa Iglesia.   El modernismo que se apoderó del grueso de la Iglesia ya fue condenado por nuestros predecesores. Nos, aunamos las voces con ellos y por esta carta encíclica, condenamos y anatematizamos a los herejes y cismáticos modernistas. Condenamos a las falsas religiones que se dicen católicas y cristianas y a todos aquellos, siguiendo los rituales tradicionales no reconocen al Sumo Pontífice, que somos Nosotros, Sucesor de San Pedro.

    De esta manera, condenamos no solo a la Iglesia Conciliar, sino también a todos aquellos que no reconocen la autoridad del Sumo Pontífice. Por esto declaramos para perpetua memoria:

1.      Todos los obispos que hayan sido consagrados utilizando el Rito Antiguo y no el Nuevo Rito de la Iglesia Conciliar fueron ordenados validamente, porque el nuevo rito respetaba la forma y la materia, empero, si forman parte de la Iglesia Conciliar montiniana del Vaticano II quedan fuera de la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica por cambio de religión, perdiendo sus poderes y jurisdicciones hasta no realizar, delante de Nos, Sumo Pontífice, una profesión de Fe Católica. Pero quienes estan ordenadoc on el Nuevo Rito, deben ser ordenados nuevamente.

2.      Lo mismo se considera para todos los sacerdotes.

3.      Si algún sacerdote u obispo, perteneciera a algún grupo tradicionalista y desconoce la autoridad de la Iglesia Montiniana, es decir, Roma, pero tampoco reconoce la autoridad de Nos, Sumo Pontífice, cae en el pecado de excomunión reservada a la Santa Sede de forma inmediata.
4.      Todo grupo u organización formada por clero debidamente ordenado, empero que no reconocen la autoridad de Nos, Sumo Pontífice, León XIV, es una secta no-católica, y sobre ella y todos sus miembros pesará la condena de excomunión reservada a la Santa Sede.
5.      Si alguno, sea laico o religioso, diera su nombre o conformidad a cualquier secta o grupo no-católico, rezara con ellos, o asistiera a alguno de sus satánicos servicios, queda excomulgado de la Iglesia Católica por hereje y cismático.
6.      Si alguno no dijere al saber de Nuestro Pontificado que Roma no es más la Sede de Pedro y que el Antipapa Paulo VI fue el Anticristo anunciado por San Pablo Apóstol y San Juan Evangelista, sea anatema y pese sobre el la excomunión reservada a la Santa Sede.
7.      Declaramos el anatema a los que obedecen al Antipapa Romano que se dice jefe de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que es Romana por estar en esa ciudad, pero que no es ni Iglesia, ni Católica ni Apostólica, sino Cismática, hereje y corrupta. Todos los que sigan las enseñanzas del Vaticano I I o se sometan al Romano Anti-Pontífice son anatematizados. Están dentro de esta corriente aquellos que aceptan la jurisdicción de los Antipapas del Vaticano por medio de la Congregación para las Iglesias Orientales y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales del Antipapa Juan Pablo II.  A saber:
a.      Iglesia Católica Maronita.
b.      Católica Griega Ucraniana
c.      Católica Caldeana,
d.      Católica Eslovaca
e.      Católia Rumana
f.        Catolica Griega Melquita
g.      Católica Copta
h.      Católica Armenia,
i.       Católica Siriaca
j.       Católica Bizantina Bulgariana
k.      Católica Ge-ez y demás cismáticos similares que aceptan a los Antipapas del Vaticano II.
     Si alguno forma  parte de estas sectas dando su nombre o conformidad incurre en la Ira de Dios Todopoderoso y Eterno, por lo tanto en Nuestra Indignación y la de los Apóstoles Pedro y Pablo. Si alguno así lo hiciera sea anatema.
Además declaramos nuestra condena a los cismáticos y heréticos seguidores de las falsas religiones, que no adoran a Dios ni a él elevan plegarias, si no que invocan el nombre de Satanás y luchan contra su Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica, y contra su Vicario, Nos, León XIV.
Además declaramos el anatema a los que dieren su nombre:
1.     La Iglesia Ortodoxa Oriental de Constantinopla.
2.     La Iglesia Copta
3.     La Iglesia Ortodoxa Melquita y la Melquita Siriaca.
4.     La Iglesia Ortodoxa de Antioquia cuya sede actual está en Damasco.
5.     La Iglesia Ortodoxa de Jerusalem
6.     La Iglesia Ortodoxa Griega, Chipriota y los que forman parte del Monasterio de Santa Catalina en el Sinaí.
7.     Anatema a los que están en comunión con los cismáticos de las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas, a saber:
a.     la Iglesia Ortodoxa de Albania
b.     la Iglesia Búlgara
c.     la Bielorrusia
d.     la Chipriota
e.     la Checoslovaca
f.      la de Estonia
g.     de Finlandia
h.     la Georgiana
i.      la de Macedonia
j.      la Iglesia Ortodoxa en América
k.     la Polaca
l.      la Rumana
m.    la Serbia
n.     la del Sinaí
o.     la Eslava
p.     la Ucraniana
q.     la China y la Japonesa.
8.     Anatema a los que están en comunión con la Cismática Iglesia Ortodoxa Rusa, la Ortodoxa Rusa de los Viejos Creyentes y la Rusa en el Exilio.
9.     Sean anatematizados igualmente los Khlysty, fundados por Daniel Filppov
10.    Los Doukhobors o de los “luchadores espirituales” creada por el herético y cismático Sabellius Kapustin
11.     los Molokans de Simeón Uklein.
12.     Sean anatematizados también, por heréticos y cismáticos los pervertidos que rechazaron y rechazan el Credo de Calcedonia, así como a su falsa “sucesión apostólica”, sean estos nestorianos o monofisistas.
Por consiguiente declaramos que sean anatematizados los que pertenecen a:
a.     la Iglesia Asiriana del Este, conocidos también como “Católicos del Este"  y su Antipapa bar Gaggai;
b.     la Iglesia Católica Ortodoxa del Este Caldea-Siriaca y todas sus ramificaciones por el mundo.
c.     También declaramos el anatema a los monofisistas de la Iglesia Apostólica Catolica Siriaca de Antioquia y del Este.
d.     la Iglesia Ortodoxa Siriaca Jacobita de Malankara, de Santo Tomás del Este y en Otras tierras
e.     la Iglesia Apostólica de Armenia y todas sus ramificaciones. 
13.     Sean Anatema también los herejes de la así denominada “Vieja Iglesia Católica” que siguen la Confesión de Utrech y que rechazaron el Santo y Dogmático Concilio Vaticano I.
14.     Sean Anatema también las Iglesias Autónomas que se dicen católicas y que se declaran independientes del Vicario de Cristo tal como:
a.     la Iglesia Episcopal Apostólica
b.     Orden la Reunión Corporativa
c.     la Iglesia Católica Nacional Mexicana
d.     la Iglesia Católica Nacional Puertorriqueña.
e.     Igual pena corra para los miembros de la Iglesia Católica del Rito Latino
f.     la Iglesia Católica Anglicana.
g.     La Iglesia Católica de Cristo Internacional
h.     los Católicos Reformados.
i.      La Iglesia Católica Apostólica Brasileira
j.      La Iglesia Apostólica de Brasil
k.      la Iglesia Católica China
l.      La “Confraternidad Hispana-Brasileña de Doctrina Cristiana, San Pio X”, rama de la Iglesia Brasileña.
15.     Sea anatema la escandaloza e infame “Iglesia Católica de los Apóstoles de los Tiempos Posteriores” cuyo jefe es el cismático Antipapa Gregorio XVII.
16.     Sea Anatema igualmente la Escandalizadora e infame “Iglesia Católica del Palmar de Troya” y todos los antipapas, a saber:
a.     Clemente Domínguez y Gómez (Gregorio XVII), ahora muerto.
b.     Manuel Alonso Corral (Pedro II).
c.     Jean-Gastón Tremblay (Gregorio XVII), sucesor del Antipapa Michel Collin (Clemente XV).
d.     David Bawden (Miguel I).
e.     Victor von Pentz (Lino II).
f.     Lucian Pulvermacher (Pio XIII).
g.     Reinaldus Miguel Benjamins.
h.     Chester Olszewski  (Pedro II)
i.      Pierre Henri Buboisof Brussels (Pedro II)
j.      Maurice Archieri (Pedro II)
k.     Julius Tischler (Pedro II)
l.      William Kamm (Pedro II).
m.    Gino Frediani (Emmanuel I)
n.     Valeriano Vestini (Valeriano I).
o.     Karl Ratzinger (Benedicto XVI)
p.     León XIV (de identidad desconocida)
 
Condenamos y anatematizamos a estos usurpadores y dementes, no sólo falsos papas, sino falsos obispos, falsos sacerdotes y heresiarcas.
 
Declaramos también, con la potestad del Vicariado del Hijo de Dios, dirigente de la Iglesia Católica Apostólica y Remanente que todos los protestantes son herejes y por lo tanto, están condenados al infierno, ellos son, a saber:
17.     La Iglesia Luterana en todo el mundo, los que siguen el movimiento de reforma iniciado por Zwilingo y Calvino.
18.     También condenamos a la Iglesia Presbiteriana, la Congregacionalista y la Anglicana . Sean para todos ellos  el fuego eterno del infierno.
19.     Condenamos a las llamas del Infierno:
20.     a los cuáqueros
21.     a los menonitas de Europa, la Iglesia menonita, los Germanos en Cristo y los Evangelicos Menonitas conocidos igualmente bajo el infame nombre de Kleinegemeinde (pequeño compañerismo); la Iglesia Menonita del viejo orden, los Menonitas de la Iglesia de Dios en Cristo, y demás similares villanos y locos emparentados con esta secta, tal como los Menonitas Amish del Viejo Orden y demás grupos Amish.
22.     Condenamos al fuego del infierno por herejes a los Hutteritas en todo el mundo.
23.     Condenamos al fuego inextinguible del infierno a los miembros de las Iglesias Bautistas Generales, así como a los Bautistas del Séptimo Día y los Bautistas Particulares en todo el mundo.
24.     Igual condena repetimos para los Pietistas.
25.     Condenamos y anatematizamos a los Valdenses.
26.     Condenamos y anatematizamos a los Moravos
27.     Condenamos y anatematizamos a la Iglesia de los Hermanos en todas sus facciones.
28.     Condenamos y anatematizamos a los Metodistas.
29.     Condenamos y anatematizamos a los protestantes escandinavos que se declaran libres, y a todos los dementes heréticos que de ellos se desprenden.
30.     Repetimos nuestra condena contra los herejes llamados “Hermanos de Plymouth”.
31.     A los “Hermanos Abiertos o Cristianos”
32.     A los “Hermanos Exclusivos”
33.     Las Iglesias Bíblicas independientes
34.     Los Cristianos Congregados en Nombre del Señor y demás sectas autónomas similares.
35.     Declaramos herejes a los “restauracionistas” de la Iglesia Cristiana o Discípulos de Cristo
36.     A la Congregación Cristiana
37.     A la Iglesia de Cristo No-Instrumentales en todas sus ramas.
38.     Condenamos a las eternas llamas del infierno a la Iglesia Adventista, a la Adventista del Séptimo Día, a la Conferencia Cristiana del Séptimo Día, a la Asociación Unificación de Cristianos Guardianes del Sabado
40.  Condenamos y anatematizamos y anatematizamos a la Conferencia General de la Iglesia de Dios en todas sus ramificaciones.
41.  Condenamos a las mismas penas a la Iglesia de Dios Universal.
42.  Condenamos a los herejes de la Iglesia Pentecostal de la fe Apostólica.
43.  A los Pentecostales de la Santidad,
44.  A la Iglesia pentecostal que se hace llamare “Iglesia de Dios el Evangelio Completo”.
45.  A la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento.
46.  A la Iglesia de Dios Original
47.  A la Asamblea de la Montaña
48.  A la Iglesia Bautista Pentecostal del Libre albedrío, al igual que a todos los herejes de la misma enferma doctrina.
49.  Condenamos y anatematizamos a los Anglo-Israelistas 
50.  Condenamos y anatematizamos a los Southcottities y a los Boy Scouth.
51.  Declaramos el anatema, condenamos como herejes y cismáticos, irreconcialiados con Dios y eternamente perdidos no cristianos a los testigos de Jehová.
52.  Igual condena repetimos al Movimiento del Nombre Sagrado
53.  A la Iglesia de Dios Universal
54.  A la Iglesia de Dios Unida
55.  A los Asociados de la Sabiduría Escritural
56.  a la Iglesia de Dios de Filadelfia
57.  así como a la Rama de los Davidianos. 
58.  Repetimos la condena hecha a los anteriores herejes contra los que vulgarmente se conocen como “Mormones” sean estos:
a.      Ora de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días
b.      Ora de la Iglesia Reorganizada de los Santos de los Últimos Días, conocida como “La Comunidad de Cristo”
c.      y otras ramificaciones como la Iglesia de Cristo o Templo de Lot y demás herejes adoradores del diablo.
59.  Condenamos a las mismas penas a los que están en unión con la Iglesia de Cristo Científico” o Ciencia Cristiana y demás sectas similares.
60.  Condenamos a los que dicen pertenecer a la herejía del “Nuevo Pensamiento”.
61.  Reiteramos nuestra Santa Condena contra la Iglesia Universal del Reino de Dios.
62.  La Iglesia Creciendo en Gracia
63.  El Movimiento Alfa y Omega,
64.  Y los de la herejía que dicen llamarse “Pueblo de Dios”.
65.  Condenamos igualmente a los paganos:
a.      budistas, 
b.      confucionistas,
c.      los taoístas
d.      Shintoístas
e.      los hindúes
f.        jainistas
g.      sikh,
h.      mazdeístas,
i.       animistas
j.      nativistas
k.     gnósticos
l.      masones
m.    satanistas
n.     espiritualistas
o.     teosofistas
p.     los miembros de la “Nueva Era” de todo el mundo que adoran a los falsos dioses que no son mas que demonios.
66.  No dejamos de expresar nuestra condena y santa indignación contra los mahometanos y demás dementes terroristas, adoradores del demonio y del falso profeta Muhammad.
67. Igual condena realizamos a todos las sectas que dieran su nombre a las organizaciones ecumenistas como el Congreso mundial de las religiones.
 
Condenamos, excomulgamos, censuramos y anatematizamos y enviamos al fuego eterno del infierno a todos estos pérfidos. Si alguno no los condenara, y llegara a dar su nombre a cualquiera de estas sectas heréticas, cismáticas, paganas y satanistas sepa que incurre en la Ira de Dios Todopoderoso, en Nuestra Indignación y en la de los Apóstoles Pedro y Pablo, siendo excomulgado y condenado a las llamas Eternas del Infierno.
 
Dado en Moreno,
Sábado 10 de junio del año 2006.
Primero de Nuestro Pontificado.
León XIV. Papa.


[1]= Bonifacio VIII, Bula Unam Sanctam, 18  de noviembre de 1302


3 comentarios:

Jesús dijo...

Finaliza usted con: "Condenamos, excomulgamos, censuramos y anatematizamos y enviamos al fuego eterno del infierno a todos estos pérfidos"
¿Como puede "enviar al fuego del infierno" a gente que aún esta viva?
¿Acaso ya no pueden arrepentirse?
y de igualdad gravedad: ¿Como puede excomulgar a personas muertas? Como lo ha hecho por ejemplo con Clemente Domingez. Si se hubieran arrepentido en el último instante, cosa que usted no puede saber, y fueron al puergatorio o al cielo ¿Usted los saca de ahi y los manda al infierno? Es un poco extraño.
O en realidad no tan extraño. Solo muestra que usted solito salio de la tradición de la Iglesia que jamás condeno a nadie al infierno. Usted solo ha caido en herejía.

Jesús dijo...

¿Asi que "la herejía sintéticamente, decimos que es el peor de todos los pecados"? Pero mire usted... yo creia que era la blasfemia contra el Espíritu Santo". ¡Por lo menos lea lo que dicen las escrituras ya que de tradición no sabe nada!

Anónimo dijo...

¡Razón tenia Jesús, que en los últimos tiempos veríamos esta gran confusión sin igual!