MENSAJE
DE NAVIDAD
De nuestro Santísimo
Señor
León XIV
Siervo
de los Siervos de Dios,
por
la Divina
Providencia
a
los Patriarcas, Primados, Cardenales, Arzobispos, Obispos
y
otros ordinarios en Paz y comunión con la Sede Apostólica.
Dios,
nuestro refugio y fortaleza en quien hemos depositado toda nuestra
esperanza en estos tiempos en los que, la persecución a la Santa Iglesia se
agravó, sobre todo en los últimos días en Améri=
ca
Latina, así como en Asia y África. Solamente parece ser que
Europa es, hasta ahora un lugar seguro, principalmente por el clima de
“libertad” religiosa que impera en el viejo continente.
La Santa Iglesia=
Católica Apostólica Remanente recibió la navidad del
año 2006 con la dolorosa noticia del martirio sufrido por los Revere=
ndos
Padres Joaquín Molla, Julio Teccari y Rafael Gorriti, todos ellos de=
la Orden de Nuestra
Señora de la
Compasión y que desarrollaban una importante
misión en la hermana República de Colombia, en el territorio
controlado por la
Guerrilla Marxista. El valeroso ejemplo dado por estos
hombres nos mueve a resistir a los ataques de la Iglesia Conciliar,
de la Roma
apostata y traidora a la
Tradición en la que se cumplió la
profecía de Nuestra Señora de La Sallete (“Ro=
ma
perderá la fe y será la sede del Anticristo”).
Igual situación se está por repetir en Venezuela, controlada =
por
el maldio mentiroso, comunista, filo judio y masón de Hugo
Chávez. Mientras que numerosos sacerdotes romanos trabajan con total
libertad (y muchos de ellos en plena amistad) con los guerrilleros que
desangran los pueblos de América Latina, los que predicamos el evang=
elio
y no claudicamos en defender los inalienables derechos del campesino, del
obrero, del pobre, la viuda y el huérfano somos perseguidos. Nuestras
capillas han sido incendiadas y nuestra misión destruida. Cuatro fie=
les
que pudieron escapar nos hicieron llegar un mensaje en el cual nos informar=
on
que, de la “Misión San Pio V” en Venezuela solo quedan
cenizas. Todos los ornamentos de la Iglesia María Madre han sido robados=
, los
libros y catecismos quemados, las imágenes de Nuestra Señora,=
la Santísima Vi=
rgen
María, y los demás santos y santas destruidas y reducidas a
polvo. Muchos de los campesinos que nos ayudaron se han visto obligados a
migrar para salvar sus vidas, y cinco hermanos han desaparecido capturados =
por
el ejercito bolivariano y no tenemos noticias de ellos. <=
/p>
Algunos de estos acontecimientos fueron comentados por Nos en nuestro mensa=
je
de navidad, pero en aquel momento las noticias (fragmentadas) que nos llega=
ron
impidieron que expusiéramos todos los acontecimientos.
En la
República de México la situación no =
ha
mejorado. Sumada a la habitual persecución que la Iglesia siempre ha=
sufrido
de parte del estado, debemos sumar los ataques de la Iglesia Romana que
ha decidido llegar hasta los tribunales en contra de nosotros. En
México, como bien sabéis los templos son propiedad del estado=
, y
aquellos sacerdotes que se sumaron a la Iglesia Cató=
lica
Apostólica Remanente han sido expropiados y embargados por orden de =
la
justicia mexicana, siendo nuestras iglesias entregadas a sacerdotes romanos.
Los canales habituales de comunicación tampoco son fiables, y nuestr=
os
sacerdotes se ven obligados a recurrir únicamente al correo
electrónico, muchas veces encriptados, ya que el Padre Manuel Tejada
Villa que presta servicios en Jalisco, advirtió que su correo
había sido violado y que muchas de las comunicaciones que habí=
;a
mantenido con el Arzobispo Primado de México, Mons. Octavio Tejada e=
ran
de conocimiento de la
Iglesia Romana. Esto, y otros atropellos han hecho que Nos
declaremos al Arzobispado de México como “sede impedida”=
, y
que por consiguiente, su Arzobispo Primado se vea investido de poderes
jurisdiccionales especiales en razón del estado de necesidad, como p=
or
ejemplo: ordenar obispos sin mandato papal, abrir seminarios, crear
diócesis, dividirlas o suprimirlas, ordenar la creación de
ordenes religiosas o monásticas, conceder indultos, indulgencias y
demás atribuciones reservadas a la Santa Sede y que esta puede delegar a un ob=
ispo
en caso de Sede Impedida.
En Perú, la Igl=
esia
de Roma no ha cesado en su campaña contra la Iglesia Remanente
que lucha vivamente por la tradición católica. Así, por
ejemplo una caja de ahorros abierta por nuestros fieles y donde los sacerdo=
tes
de México colocaban las donaciones o limosnas para mayor seguridad, =
fue
incautada por orden de la justicia ya que la Iglesia Cató=
lica
sostiene que se hicieron en nombre de la Iglesia Cató=
lica
Romana... y que nuestros sacerdotes “engañan a la
población”. Uno de nuestros sacerdotes, el Padre Mario Alberto
Conte Rodríguez (ONSC) ha sido arrestado y no tenemos noticias de su
paradero desde hace ya dos semanas.
En Paraguay, la misión de la Iglesia Remanente
está fructificando al tiempo que vemos como la Iglesia de Roma se
esfuerza por combatirnos por medio de las asociaciones pseudo-tradicionalis=
tas
como la Frater=
nidad
San Juan. Bien sabemos que no lo conseguirán, ni en
Paraguay, ni en Perú ni en México.
En
Asia la noticia de que cerca de cien sacerdotes chinos habían solici=
tado
el ingreso a la
Iglesia Remanente, y por lo tanto, la salida de la Iglesia Patri&oac=
ute;tica
nos llenó de gozo, aunque sabiamos a lo que estos hombres se
exponían. El gobierno comunista y masón de la República P=
opular
China acosa a la=
Santa
Iglesia por medio de impuestos y cargas que se nos hacen
insostenibles, pero seguimos trabajando, seguros de que Dios está co=
n la Santa Iglesia.
Queridos hermanos, en esta hora tan dolorosa para nuestra misión en =
el
mundo, en estos momentos en los que parece que el enemigo de la
salvación está por prevalecer Nos, nos mantenemos firmes y se=
guros
en nuestros Cargo Apostólico, seguros de que esta persecución
dará grandes y hermosos frutos a la Santa Iglesia
Católica, seguros de que los enemigos de la fe, los Anticristos, no
podrán contra el Señor y su gran obra.
Dado =
en la
ciudad de El Bolsón, Obispado de Cuyo, Argentina,
a los 2 días del mes de enero del a&ntild=
e;o
2007 de Nuestro Señor Jesucristo, primero de Nuestro Pontificado.
+ León XIV. Papa.
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