Carísimos hermanos:
El Verbo se ha hecho carne, así reza nuestra fe.
El dogma de nuestra fe, la encarnación, pilar fundamental de la Santa Fe
Católica. El Verbo se hizo carne, y todos elevamos la voz para repetir
“Amen”, pues sí creemos, creemos como creyó la Virgen María ene l
momento de la anunciación, creemos como creyó San José al serle
revelado, creemos como creyeron los Magos del Oriente que recorrieron
kilómetros para ver al Mesías, el Rey de los Judíos.
Hoy, esta
Navidad nos invita a un renacimiento espiritual, un re-nacimiento del
espíritu, para que el Logos se haga carne en Nosotros, en cada uno de
ustedes. Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre se ha hecho carne
para librarnos del Pecado, de la muerte eterna. ¿Pero como hemos pagado
eso? ¿Acaso entregamos cada uno de nuestros suspiros a la Obra de Dios?
¡No! Muchos de los que se dicen católicos reniegan en público de nuestra
fe, interrogados sobre su creencia se niegan a reconocer en público que
dieron su nombre a esta, la Iglesia Católica Romana en el Exilio. ¿Pero
son ellos miembros verdaderos de la Iglesia? No. Es triste, duele
decirlo, pero es la verdad. Quienes no son perfectos ante la Fe no son
miembros de la Iglesia. Los fieles y solo los fieles son los miembros de
la Iglesia, que es la Iglesia de los Santos, la Iglesia de los
predestinados… todos los demás serán rechazados el día postrero, porque
es fácil engañar a los hombres, más nadie puede engañar a Dios.
La
Encarnación fue un hecho singular y único, no se compara con nada. Su
magnificencia es la prueba del amor de Dios por las criaturas miserables
que Nosotros somos, indignos de su misericordia. Pero Dios es más
grande que Nosotros, es más grande que Todos Nosotros, más que la Secta
del Vaticano II, que el Conciliabulo, que los paganos, que los herejes,
que los cismáticos… es más grande aún que Nuestros enemigos internos que
Hoy están planeando atacar a la Iglesia de Dios. Pero el Verbo que se
hizo Carne ha prometido su asistencia continua a la Iglesia ¿Quién puede
destruirla? Como al Verbo ¿Quién podría destruirlo? Nadie. Y la Iglesia
es su Esposa.
Estamos en un momento muy particular de la Historia.
La crisis mundial no ha menguado y nos afectó: sabemos de nuestros
fieles en Europa, nuestros querídos hermanos que pasan necesidades en
España, en Francia y en Italia. Sabemos que nuestros hermanos en
Alemania y Austria están en claro proceso de reorganización… ¡A Dios
gracias tenemos buenos hombres que conocen las finanzas! Sabemos, además
que nuestra misión en Rusia está creciendo de a poco, con muchas
dificultades, de la misma manera que lo hace nuestra capilla en Holanda o
en Inglaterra. Claro ejemplo de permanencia en la Fe es nuestra misión
en Portugal el cual nos recuerda el Mensaje de Fátima de que en Portugal
no se perdería el dogma de la fe. Allí, en Lusitania, hace ya cuatro
años que nuestra Iglesia crece y se mantiene.
En América también
continua nuestro afianzamiento. En Canadá y los Estados Unidos la
Iglesia es pequeña, pero los fieles son fuertes. No estamos sordos ante
el clamor de nuestros hermanos mexicanos que sufren persecución… en
Centro América esta situación se ha prolongado más allá de lo que
habíamos esperado. A Dios gracias el fin de la tiranía de Zelaya en
Honduras permitió que Nuestra Iglesia y nuestros fieles pudieran
estabilizarse. En Venezuela la paz no llegará hasta que el Tirano Chavez
desaparezca, como en Colombia hasta que la guerrilla sea exterminada.
¡Oremos al Señor por la Paz en América del Sur! Porque en esta tierra
bendita, los enemigos de Dios están en el gobierno. El Comunismo Ateo,
el Marxismo Larvado es hoy una amenaza fuerte y seria que amenaza a la
Iglesia. Nosotros somos la resistencia Católica. Hoy, en esta navidad,
carísimos hermanos tenemos que recordar la obligación de proclamar
nuestra Fe: “¡El Verbo se hizo Carne, Aleluya, aleluya!” . Dirijo estas
palabras a ustedes, carísimos Obispos que han llegado de tan lejos a oir
Nuestro mensaje: NO SE PUEDE NEGOCIAR LA SANTA FE, LA FAMILIA O LA
PROPIEDAD.
Tenemos esperanzas… EN Brasil, en Uruguay, en Chile y en
Perú la Iglesia florece tanto con en Argentina. Hay comunidades de rito
oriental que se han incorporado nuestra Comunión, y por eso mismo hemos
decidido que la Congregación erigida a tal efecto comenzara a funcionar a
pleno.
Hay esperanzas… están en los monasterios, están en los
seminarios y en las parroquias y capillas donde se celebra la Santa
Misa, donde Hoy Carísimos hermanos se celebra la Santa Misa y donde se
cantará el Te Deum en acción de gracias por la Encarnación.
En Nombre del Padre, del Hijo y Del Espíritu Santo…
Amén.
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