Ave María N° 3 : San Francisco Franco

Ave Maria Sapientissima!

Queridos hermanos en Nuestro Señor Jesucristo,

La reciente elevación a la Gloria de los Altares de San Francisco Franco Bahamonde parece haber reabierto en la Santa Iglesia el debate sobre la política. Muchos se han dirigido a Nosotros preguntándonos que opinar sobre tal o cual tema político. Hablando con mayor claridad: se nos pregunta la posición oficial de la Iglesia en materia política.

Va de suyo, queridos hermanos que la Doctrina Católica no puede ser hoy simplemente monárquica. La Monarquía, como bien dice el Padre Felix Sardá y Salvany en su clásico "El liberalismo es pecado", no es sinónimo de gobierno monárquico, sin más tenemos el caso de Inglaterra, llevada a la herejía por Enrique VIII y por su pérfida hija, Isabel I. Pero si existe una forma de gobierno que es absolutamente anticristiana, es la democracia. La democracia es la antítesis del Cristianismo y por eso debe ser extirpada de las sociedades.

¿A qué orden aspira la Iglesia Católica? En parte, hemos querido dar una respuesta con canonización de San Francisco Franco Bahamonde: el corporativismo. Pero semejante orden no puede ser instalado por medio de las urnas, es necesario, a veces, llevarlo por la fuerza, como hizo San Francisco Franco en la Santa Cruzada en España, contra la pérfida república. ¿Cuál es el exponente de la voluntad popular? el Santo Caudillo nos lo dice: el trabajo, el más ineludible de los deberes, que es dignificado por el Hombre Cristiano. Por ello mismo, mis queridos hermanos, un fiel de la Iglesia debe ver a Franco y a los regímenes cristianos corporativistas como una voluntad de Dios, como un sistema de gobierno que trata de hacer de este mundo, un mundo agradable a Dios. España, una vez nación Católica, hoy es una nación en Ruinas. ¿Quienes fueron los enemigos de Franco? Los enemigos de España... los enemigos de la Religión Católica: la masonería, el bolchevismo, la Perfida Raza...

Carísimos, en éste día quiero dejaros en tranquilidad. Aquellos que entre vosotros tengáis el amor a San Francisco Franco y a su gobierno, estáis en lo correcto. En cambio, aquellos que contra el Santo Caudillo despotricáis, erráis.

Con mi bendición Apostólica,

Alejandro IX

Siervo de los Siervos de Dios