A todos los Cardenales, Patriarcas,
Obispos, Sacerdotes y demás prelados, así como a todos los fieles de la
Santa Iglesia
En paz y comunión con la Santa
Sede
Ahora y
siempre, continuamos siendo la verdadera Iglesia Católica, la Iglesia
Remanente, aquella que es fiel a su fundador. Queridos hermanos la Iglesia
Católica está reconstruyendo sus estructuras tras el
terrible eclipse que significó la apostasía masificada del Concilio
Vaticano II. Hoy, la Iglesia, con una jerarquía restaurada y comandada por
el Sumo Pontífice mantiene viva la herencia que nos transmitieron nuestros
Padres, los Apóstoles. Nuestro amor por la tradición no es apego a lo
“viejo”, no es “nostalgia” por una liturgia, por unas normas de vestimenta
o por títulos o cosas similares. No. Nosotros mantenemos la Fe Cristiana
primitiva, tal como lo hizo la Santa Iglesia
por siglos antes de la terrible traición por los infiltrados.
Nuestro mensaje no
es nuestro, es el que hemos recibido desde los primeros siglos y nos
limitamos a transmitirlo, para que la Iglesia perdure por siglos, tal como
Cristo lo prometió. Obispos, sacerdotes y religiosos están trabajando
duramente, en este mundo que odia al Evangelio para convertirlo a
la Verdadera
Religión , llevando a muchos el Mensaje de Salvación,
bautizando, dando Misas y así, muchos se van sumando a las filas de
la Iglesia
Católica Romana en el exilio.
No somos una nueva
Iglesia, somos la Iglesia de siempre, la Iglesia fundada por Cristo y que
tuvo a San Pedro como primer Papa. Somos los herederos de aquella misión
que se encomendó a los Apostoles de llevar la Buena Noticia a
todos los hombres y bautizarlos en la Santísima
Trinidad.
Nuestras
instituciones han sido reavivadas tras el Eclipse que sufrió la Iglesia y
que fue predicho por la
Virgen en La Sallete. Hoy
, restituidas, están fortificadas y son dirigidas por hombres de todas las
edades, muchos jóvenes, que con celo administran los asuntos de
la Iglesia.
No encontrarán entre nosotros Cardenales con grandes
insignias, no verán las largas capas... ellos son los asesores del Papa,
sus consejeros, sus ministros inmediatos; al igual que los obispos visten
simples sotanas, sus cruces son de metal pobre o madera en el mejor de los
casos, como de metal son sus anillos. Los Obispos son miembros de sus
comunidades, aunque por la situación actual tienen que viajar a visitar
lugares lejanos para consolar a los fieles y asistir con sus consejos y
poderes a los sacerdotes que de ellos dependen.
Nuestras iglesias
son simples y pequeñas, muchas son humildes y para algunos no merecen otro
nombre que el de simples "capillas", pero en ellas se da la Verdadera
Misa Católica en comunión con el Verdadero Papa, por lo
que son los únicos lugares de todo el mundo donde se realiza un sacrificio
agradable a Dios.
El trabajo de la
Iglesia se manifiesta además en la caridad, en la ayuda a los pobres, en
los colegios católicos que estamos construyendo para nuestras pequeñas,
pero crecientes comunidades esparcidas por el mundo. Las grandes familias
de fieles están fructificando en vocaciones, sacerdotes alejados de
la Verdad
se acercan y solicitan ingresar a la Verdadera
Iglesia Católica y son aceptados, aceptando ellos las
consecuencias del Verdadero Servicio a Cristo.
Somos
la Verdadera
Iglesia , fuera de la cual no hay salvación. No
traicionamos, no nos vendemos, no pedimos nada, damos lo poco que tenemos,
y lo damos por nuestros hermanos.
S.S. ALEXANDER
IX PP.
En
Villa María, Buenos Aires
25
de mayo del año MMVIII de Nuestro Señor Jesucristo
I
de nuestro Priontificado
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